desde que llegaste,
mis días, tardes y noches te pertenecen,
es el camino espinoso del nuevo día,
ya el dolor no se ha ido,
pero es más llevadero,
los ojos se nublan,
el corazón se espanta,
la cabeza revienta,
es la nueva flor,
que nace en mi tierra,
no puedo el amor,
no dejo de tocar el fondo,
sembré una huerta de estrellas,
estremece estar lejos,
el mundo se vuelve de papel,
son días que giran como pétalos vacíos,
esta batalla esta perdida,
inevitable sera herirme,
pero escucho desde adentro voluntad,
son heliconias que nacen rebeldes,
son las entrañas de Amazanga,
me quieres a tu lado,
solo eso basta,
no me dejas ir,
solo eso importa,
mi barco esta anclado a tu playa,
quiero fugarme,
y reniegas el adiós,
golpeaste la puerta de mi alma vieja,
llenaste los vacíos anuales,
son besos de sumak warmi,
destellos de la selva,
la nieve del Sangay derretida,
emulando a Tena y Pano,
siguiendo la huella de los jaguares
rezando al sol,
esperando a la luna,
jugando al suicidio,
arriesgando mi integridad,
solo por mi mar verde,
mis excusas de abandono y soledad,
el destino es incierto,
piedras del camino,
atarraya,
anzuelo,
o escopeta,
frente al dolor amor,
eres la mukawa de mi asua,
mi jardín en primavera,
mi actual emoción.
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