Manual del mendigo
Publicado por: Diego Escobar - sábado, 16 de enero de 2016
Ya no importa la textura del pan,
el caos es dulce manjar,
los lunes son cerros de suciedad,
en todas las direcciones basura, pelos y muerte,
sortear las leguleyadas del amor,
caminar descalzo por el cemento frío,
acelerar al corazón peligrosamente,
deambular intoxicado a la madrugada,
soñar con su cara de niña despeinada,
mientras no logro el sueño es la madrugada,
una estrella vestida de fantasma,
silueta que alumbra este fuego,
comiendo del fango como estafa del futuro,
gritos ensordecedores del cielo,
el infierno electrónico clavado en mis manos,
las piernas a la mitad gangrenadas,
el oxigeno escaso,
cada milímetro de alcohol llenos de tus ojos negros,
el loco del pueblo,
mendigo de amor y sexo,
cuchillos afilados de miedo,
la mochila suspendida en tus piernas,
detenerme aquí es precipicio seguro,
las dudas se cultivaron en tierra fértil,
comiendo las migajas del pan que cae del suelo,
con ganas de morir como loco,
y al mismo tiempo de vivir sabiamente,
sin fronteras,
sin miedos,
sin esperar nada,
sin desear nada,
un buen viaje conmigo mismo,
la paz interna,
el sueño relajado,
el amor verdadero,
liberarme del magnetismo lujurioso de tus labios,
para limpiar el caos que me rodea,
y para que mi alma vuelva a volar libre como el viento.
Diego Escobar
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