CULPAS



Se abalanzó contra mi el miedo, la libertad la  confundí con desprecio, mi mundo cabía en apenas un metro y medio. Conseguí lo que quería y en medio de la desesperación por perderte, caí en la red de la cordura, la peor trampa lo establecido moralmente. Lo aburrido, lo serio. La pirotecnia cesó y como goteo de suero la vida siguió. Desesperado por perder el ticket de la fiesta de tu cuerpo use la peor artimaña: confusión y caos al espíritu. Una sobredosis de culpas y remordimiento.

Como un brutal espanto tu pasión en una metamorfosis mudo de carcasa, mudo de piel. Tu corazón y cabeza se quedaron huecos. Tu piel se marchito. Tu flor se seco. Tu néctar se amargo. Tu deseo náufrago. Y el amor de muerte se hirió.

Hoy ya no temo la soledad ni el silencio. Temo contar más días sin emociones ni juegos. El amor lejos de este puerto está. Temo seguir en la indigna forma de suplicar tus besos. Tu de la crisálida no saliste. Yo afuera esperando tus alas de mariposa que nunca se transformaron, que nunca volaron por el jardín de mis anhelos.

Puede ser que hayas planeado a propósito matar la fantasía y la complicidad de nuestros deseos. Puede ser que estés empujando nuestra historia al barranco de los imposibles sueños.

Mi corazón tiene esperanza de vivir nuevos senderos, necesita darle vida a los huesos. Volver a sentir vivo los dedos. A explorar una espalda despierta de ganas, a beber de la orquídea del amor verdadero.

A sentir en el pecho la reciprocidad producto del intercambio de voluntad por vivir esta corta vida cargada de emocionantes historias y fantasías de nuevo. A vivir como siempre sin traicionarme. Aunque eso signifique temporalmente soledad y silencio

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