Detonaciones


¡Médico!, ¡Médico!...

Los disparos caen sin parar,
es la música de libertad,

detonaciones...

 es el gas que cobija nuestro cielo,

detonaciones...

es la sangre derramada en nuestro suelo,

corremos,
volamos,
avanzamos es la señal,
lucha popular,
el dolor  inevitable,
nos dejaron sin ojos,
pero solo así pudimos ver...

nos discriminaron,
humillaron,
vejaron,
quemaron nuestras banderas,
pero solo así pudimos saber quienes éramos...

la música..
el miedo...
la ira...
mezcladas...
las dudas paralizadas...


La multitud se niega a soltar su calle,
la cuerda en el cuello está muy apretada,
los violines, violonchelos gritan justicia,
los puños levantados señal de hastío,
nadie se cansa grinta el gentío.

En Santiago, Quito, La Paz, Cochabamba,
Puerto Príncipe, Bogota,
la misma bandera es enarbolada.
somos granos de una misma mazorca,
despertamos,
el miedo tirano ya no nos ahorca.






Sueños


Veo seres  con túnica multicolores, 
con pañuelos en la cabeza, 
que van caminando por los parques como perros hambrientos,
a su lado, veo... cuerpos desnudos encima del rocío helado de Guápulo, 
mientras los últimos rock stars viejos se mueren, 
escuchó a los jóvenes chilenos haciendo música para despegarse del suelo,
 yo suspendido en la selva,
 vestido de invierno y verano.

Lo mejor: la sencilla caminata de tus pasos al ritmo de un sano corazón,
 te veo y el pulso de mi corazón se acelera, durmiendo en medio del paraíso con una tormenta de canción en mi techo.

Todas las estrellas brillando sobre mi cabeza. 

Los peces deambulando en medio de la inmundicia de la ciudad. 

Los ingenuos bañándose en nuestros desperdicios.

La paz del silencio llega desde el cielo y está sembrada en la huerta. 

La sonrisa más pura colgada en mi ventana. Los grillos, sapos, tarántulas, iguanas, serpientes, pájaros y perros en un mismo espacio.

Un tatuaje oxidado y un par de viejos zapatos.

Puyo y mis huesos.