A MI MADRE:


Al flacuchento de 60 libras de huesos lo sostuviste cuando más lo necesito, me enseñaste de la vida muchas cosas vitales por ejemplo que solo se puede alzar la vista al frente cuando en nuestra vida los valores de la honestidad y humildad brillen, me enseñaste actuar según mi conciencia, me enseñaste el respeto hacia los mayores, me enseñaste el real sentido de la palabra humildad y trabajo, me enseñaste a enamorarme de los pinceles y colores, los mejores valores que hoy tengo se los debo a tus tantas noches en vela cuidándome, me diste siempre lo mejor de ti, la mejor educación  junto a los hermanos de La Salle aunque aprendí más en la calle y la biblioteca te agradezco por nunca hacer que me falte nada.

Mi ángel de la guarda fuiste en momentos de huracanes y tormentas, la única mujer que me acepta como soy, quién me tiene fe pero también miedo, quién se preocupa de los demonios con quién peleo a diario, quién se asusta cuando con mi espada me pongo a pensar mucho, siempre deposita su fe y angustia en mí, aunque aveces me sienta derrotado tu nido siempre me espera,  tus alas abiertas siempre para cobijarme. Eres a pesar de tus años ingenuidad fruto y semilla. Una niña grande.

Gracias Madre por regalarme disciplina con amor,  agradezco a la vida por disfrutarte todos los días a mi lado, sigamos sembrando mamita linda todas las semillas, que la Pachamama quiera que nazca y crezca, gracias por ser mi madre, Te Amo Mamita Gilma, y le pido a los dioses que nunca te mueras, en todo caso que me lleve a mi primero, por que esta tierra te necesita a ti mas que a mi, mamita querida.

Perdóname se que fueron muchas noches y madrugadas de llantos, solo quería explorar el mundo, aunque la locura no se me pasa debes saber que te amo tanto por todo lo que me has dado.

Todos los días son el Día de la Madre!

Diego